RECETAS

domingo, 19 de enero de 2014

Mousse de limón


Hace poco, exactamente en Nochevieja, probé la mousse de limón ¡más buena del mundo mundial! La hizo mi tía y la verdad, es que podría comer esa mousse todos los días, ¡estaba riquísima! Yo nunca he probado a hacerla de limón y esta vez, decidí hacerla.

Las cantidades que iba a usar eran para personas normales, pero finalmente, mi compañera de piso me obligó a duplicarlas porque creía que “había poco”. En total, salieron 14 raciones, sí, ¡14 raciones! Aquí es que siempre hacemos el doble de comida, ¡tenemos más ojo que estómago!. Es una receta súper sencilla, rápida de hacer y muy económica. 


INGREDIENTES PARA LA MOUSSE (14 RACIONES):
  • 600mL de nata para montar (35% materia grasa)
  • 200 gr de azúcar
  • 4 yogures de limón
  • Ralladura de un limón
  • Zumo de un limón

Si vuestro estómago no es como el nuestro, ¡solo tenéis que echar la mitad!
  • 300ml de nata para montar (35% materia grasa)
  • 100 gr de azúcar
  • 2 yogures de limón
  • Ralladura de medio limón
  • Zumo de medio limón

En primer lugar, echamos la nata para montar junto con el azúcar en un bol (la nata tiene que estar bien fría para que monte bien y no se corte). Si la compráis el día de antes y la dejáis toda la noche en el frigorífico ¡perfecto!



A continuación batimos con una batidora de varillas (os aconsejo que lo hagáis a potencia baja al principio para que no salpiquéis ¡toda la cocina!).


Este es el paso más importante en esta receta (¡no tiene más secretos!). Tenéis que alcanzar el punto en el que la nata esté bien montada. Un truco para saber si lo habéis conseguido es darle la vuelta al bol: si no cae, ¡está perfectamente montada! Eso sí, tenéis que estar seguros de que no caerá nada…porque si no, nos quedaremos ¡sin mousse!


Reservamos, y en otro bol echamos los yogures (es muy IMPORTANTE que en este paso quitemos el “suero” o “líquido que contiene el yogur” ya que algunas personas no lo soportan). Para asegurarnos un buen resultado y no encontrar el suero debajo de la mousse una vez hecha, es recomendable quitarlo.


Agregamos la ralladura de limón. Esto es opcional, ya que a algunas personas les gusta y otras detestan masticar ralladura (en este caso, es importante que sepáis los gustos de los comensales). Si no echáis ralladura, podéis sustituirlo por más zumo de limón.



El siguiente paso es exprimir el limón. Aquí podéis jugar con el sabor, id probando hasta que encontréis el sabor perfecto. Removemos todo e incorporamos poco a poco al bol donde teníamos la nata con el azúcar. Este paso hay que hacerlo con delicadeza y paciencia (con movimientos envolventes para no bajar la nata).




Finalmente, echamos la mousse en un recipiente (yo lo hice con una cuchara grande para darle una verdadera textura de mousse).



Y para darle algo de color, añadí ralladura de chocolate por encima. Vosotros podéis hacerlo como más os guste: ralladura de chocolate, de limón…o simplemente, no añadir nada.



¡Y ya está listo para refrigerar durante unas horas! Cuanto más tiempo esté en el frigorífico mejor textura cogerá.

¡Animo a todos a que la hagáis en casa ya que sorprenderéis a los vuestros! J

























domingo, 12 de enero de 2014

Inauguración del blog con Cupcakes de vainilla y buttercream de nutella


Hace unos años comencé a poner patas arriba la cocina. Creo que la receta más básica pero tan perfecta la aprendí de mi abuela. Le encanta la cocina, de toda mi familia, ella es mi ejemplo a seguir. Me pregunto si yo cuando sea también abuela conseguiré ese sabor tan especial en todas las comidas.

Creo que mi primer experimento en la cocina fueron unas magdalenas. Llené una fuente entera y se las regalé a mi madre. Mi madre, esa persona que siempre tiene una crítica adecuada en el momento adecuado. La que teme cuando me ve encender el horno, pero la primera en probar con buena cara todos mis inventos.

Ahora no vivo en casa (Granada) donde está mi querido horno, vivo en Madrid en un piso ¡sin horno! Desde que llegué solo pienso en él y todas las cosas que no puedo hacer. Claro que llegó la Navidad y llené la casa de dulces. Volví con unos cuantos kilos de más y con una fantástica máquina para hacer cupcakes, muffins o magdalenas. No sabía de su existencia hasta hace poco tiempo ya que siempre me he limitado a encender el horno y meter una gran bandeja de cupcakes. Ayer ya la tenía en mis manos y estaba deseando estrenarla. Hoy decidí hacer uso de ella, controlar las cantidades perfectas y su tiempo de “horneado”.

He visto como mis magdalenas se hundían cuando abría el horno porque creía que estaban hechas, he sentido el dolor de una quemadura de horno, he pasado horas sentada delante de él, me he frustrado cuando algo iba mal. Creo que no hay mejor forma de aprender que hacerlo uno mismo y con muchas ganas. 

Hoy es un día muy especial, después de aprender tantas cosas que hasta hace nada desconocía, estoy consiguiendo buenos resultados. Y para estrenar la máquina decidí hacer una receta básica y ¡deliciosa!: cupcakes de vainilla con buttercream de nutella. Esta receta está pensada para hacerla en el horno en una bandeja de 12 cupcakes, precalentado a 180ºC. En mi caso, salieron muchos más ya que los huecos son de menor capacidad.

INGREDIENTES PARA LA MASA:
  • 100mL de aceite
  • 200 gr de azúcar
  • 3 huevos
  • 200 gr de harina
  • Cucharadita y media de levadura química
  • 125mL de leche
  • Una cucharadita de vainilla en pasta o extracto de vainilla


INGREDIENTES PARA LA BUTTERCREAM DE NUTELLA:
  • 150gr de mantequilla sin sal
  • 150gr de Icing Sugar o en su defecto Azúcar Glass
  • ¡Toda la nutella que quieras! (Yo eché dos cucharadas bien grandes)

      Precalentamos el horno a 180ºC (calor arriba y abajo). Echamos el aceite en un bol y a continuación el azúcar y removemos.

Yo uso esta jarra debido a mi limitada vida estudiantil pero si tenéis peso ¡mejor!


Incorporamos uno a uno los huevos (¡tened cuidado de que no caiga un trozo de cáscara dentro!).



Tamizamos la harina junto a la levadura y la vamos incorporando poco a poco a la mezcla.



Echamos la leche y la vainilla.


Yo en este caso he utilizado extracto de vainilla porque no tenían vainilla en pasta, si tenéis en pasta ¡mucho mejor!


 Antes de hornearlos decidí estrenar un colorante en color turquesa de la marca Wilton:



Lo siguiente es coger una bandeja para cupcakes, poner las cápsulas de papel y echar en cada uno hasta la mitad si queréis que os queden planitos, sino echáis 2/3 pero no más sino os saldrán muffins y aún no queremos eso. Si no tenéis o no queréis hacerlos con las cápsulas de papel, debéis engrasar muy bien la bandeja de cupcakes para que luego podáis sacarlo sin que se os quede pegado. Lo metéis al horno y los dejáis alrededor de 20 minutos (para saber si están hechos metéis un palillo: si sale limpio ¡ya están!). Dejad enfriar unos minutos antes de pasarlos a una rejilla para que se enfríen por completo (si no tenéis una rejilla podéis coger la del horno y ponerla encima de dos botes).


Yo usé la máquina para cupcakes y así lo hice:


Mientras que se enfrían, en un bol echamos la mantequilla y batimos (es muy importante que esté a temperatura ambiente para que nos sea más fácil batirla pero no queremos que esté muy derretida ya que así la buttercream no estará firme).



Agregamos el Icing sugar o azúcar glass previamente tamizado y batimos hasta que se integren bien la mantequilla y el azúcar (en este paso es muy importante batir a baja velocidad para que no se salga el azúcar).


Finalmente, echamos las cucharadas de nutella, batimos y listo!



Usé la boquilla 1M Wilton
Creo que es la buttercream de nutella más rica del mundo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!



Hice muchos más lo que pasa es que mis compañeras y yo somos unas glotonas y no pudimos resistirnos




    Espero que os haya gustado esta receta tan deliciosa.
      Gracias a todos aquellos que prueban mis proyectos reposteros, a mis tíos por haberme regalado esta máquina y a mis compañeras de piso María y Sheila, sin ellas, este comienzo en el blog no hubiese sido el mismo.