Tras varios días pensando qué podía hacer, decidí hacer
unos cupcakes diferentes, bueno, tradicionales por la base de chocolate y
diferentes por la buttercream y es que le he añadido leche condensada y están…mmmm
¡riquísimos!
La receta que usé para la masa es la misma que he
utilizado en los cupcakes de nutella y en los de oreo y la podéis encontrar
pinchando aquí. Sin embargo, a la masa le añadí un ingrediente fundamental para
esta receta:
- 50 gr de chocolate en polvo
- 150 gr de mantequilla sin sal
- 150 gr de azúcar glass
- 3 cucharadas de leche condensada
- Esencia de vainilla al gusto
- Colorante en pasta
Para empezar, batimos un poco la mantequilla y le vamos
agregando el azúcar glass previamente tamizado.
Añadimos la vainilla (esto es opcional). Si no la echáis no os preocupéis porque el sabor sigue estando delicioso.
Yo añadí un poco de colorante en pasta de Wilton (color turquesa) para que se vean más bonitos J
Le echamos la leche condensada (yo le eché tres
cucharadas pero podéis echar las que queráis aunque tenéis que tener cuidado
porque si os pasáis la crema va a perder consistencia y quedará líquida, por
eso os recomiendo que vayáis echando poco a poco).
Y una vez tengamos la buttercream y los cupcakes bien
fríos, echamos la crema en una manga pastelera, yo utilicé la boquilla 1M de
Wilton porque me parece que quedan muy bonitos.
¡¡¡Y ya está!!! Facilísimo y riquísimo, qué más se puede
pedir.